BLOG / 17 de Diciembre de 2019
"La poesí­a es una conjetura acerca de lo inexplicable"
Entrevista con la ilustradora Pilar Centeno

Hoy conversamos con Pilar Centeno Ilustradora, artista visual, animadora. La autora de la maravillosa ilustración para la tapa de nuestro anuario 2019-20 en homenaje a la escritora Liliana Bodoc. Pilar es un torbellino de energía, de esa que va dejando huella a cada paso. Como aquel día en Escuela de Ilustración José Sanabria en ocasión de nuestra reunión mensual, donde la tarde comenzó con unas exquisitas galletitas con forma de lápiz horneadas especialmente por Pilar. [gallery ids="23980,23979,23978,23977" columns="4" link="file"] Por supuesto que también pudimos apreciar sus trabajos. Y así, entre horneadas generosas,  secretos y consejos, conversamos sobre sus comienzos como ilustradora, qué la inspira y sus próximos proyectos. Aquí se los compartimos:

  • ¿Cómo fueron tus comienzos como ilustradora?

Si tengo que pensar en un comienzo, no profesional, enseguida pienso en mi infancia. Desde chica adoré ilustrar historias. En mi casa había muy pocos libros ilustrados, pero yo me las ingeniaba para contar dibujando. Narrar con el lápiz era un ejercicio que hacía asiduamente: armaba libritos con pedacitos de hojas, o cuadernos averiados,  o televisores con cajas de zapatos y dos palitos, en los que enrollaba largas películas ilustradas en papeles pegados uno detrás del otro. De esa infancia hasta el primer libro que me encargaron profesionalmente como ilustradora atravesé un largo puente:  comencé la universidad estudiando Comunicación Social, más tarde me mudé a la carrera de pintura en el IUNA y, luego de una crisis vocacional profunda y con más de treinta años, decidí traer de vuelta a esa nena que contaba historias y diseñaba personajes: fue así que empecé a estudiar animación para recibirme unos años más tarde, embarazada de 8 meses,  de realizadora de dibujos animados.  

Durante todo este proceso, hice algunos retratos por encargo, y enviaba mis trabajos y mi currículum a editoriales, sin éxito.  Un día, buscando formas visibilizar mi trabajo, encontré una página web que publicaba trabajos de ilustradores argentinos. Mandé unos cuantos trabajos que hice durante la carrera de animación, y ellos realizaron una selección de tres ilustraciones para mi portfolio. Esas imágenes fueron el puntapié inicial para conseguir mi primer trabajo formal como ilustradora infantil.  A partir de ahí me di cuenta de la importancia de tener un criterio de selección de los propios trabajos al momento de mostrarnos: que no se puede poner todo, que es importante saber qué mostrar y qué dejar afuera, encontrar cierta coherencia estilística, armar un recorrido visual con nuestras imágenes.
  • REFERENTES: ¿Cuáles son los dibujantes/ artistas que admirás?
Hay artistas que para mí van a ser una eterna fuente de inspiración: Picasso, en todas sus etapas creativas; Chagall, Frida, Magritte.  Amo el trabajo de Eleonora Carrington, de Remedios Varo, de Edward Gorey. Ya pensando en libros ilustrados más específicamente, aparecen Isabelle Arsenault, Beatrice Alemagna, Rébecca Dautremer, Shaun Tan, José Sanabria y mi amado Jimmy Liao, entre otros. También soy fan del humor gráfico, de las historietas y de las novelas gráficas: tuve una adolescencia con mucho Quino y Caloi en el haber (y Caloi en su tinta me hizo amar todavía más la animación). También hay mucho de Tute y Liniers en mi biblioteca, y ahora estoy alucinada con el laburo de Decur.  Me muero con las novelas gráficas de Camille Jourdy, de Powerpaola, de María Luque.   
  • INSPIRACIÓN: ¿Cómo surgen las ideas de tus trabajos? 
Hace más de diez años hice una pintura a la que llamé "El surgimiento de la idea": en la escena había una mujer que reía y lloraba al mismo tiempo mirando al espectador, había un colibrí que le picaba la mano y  aleteaba a toda velocidad, mientras que en la composición general había una inclinación que daba la idea de que los elementos estaban como suspendidos pero a punto de caerse o darse vuelta. Creo que mi proceso creativo, y más específicamente el proceso de búsqueda de una idea, es un poco como esa pintura: internamente caótico, algo ciclotímico, por momentos angustiante, por momentos liberador, alegre, un instante en que mi cabeza parece ir muchísimo más rápido que mis habilidades manuales, que de a ratos siento suspendidas.  Cuando me dan un texto para ilustrar, hago una primera lectura en donde rescato esas primeras impresiones, imágenes y colores que aparecieron mientras leía, y los anoto.  Después aparece una segunda lectura más rigurosa y desmenuzada, ya con lápiz en mano, y empiezo a trabajar una idea concreta para cada ilustración: acá puedo bocetar de manera muy suelta y también escribir, viendo cómo funcionaría una imagen al lado de la otra, imaginando una narrativa visual.  Siempre este proceso creativo está acompañado de libros: al principio, en el nudo y en el final de un proceso de trabajo, mirar libros ilustrados me destraba, me abre la cabeza, me nutre. 
  •  PROCESO DE TRABAJO: ¿cómo es tu proceso de trabajo? Técnicas/materiales preferidos para trabajar 

  La primer parte del proceso de trabajo es la que más me cuesta: el laburo más mental, el de pensar cómo representar un texto de una manera que escape a la literalidad, armar una imagen que aporte nuevos sentidos a lo que se está contando. Y una vez pensada la idea, empieza la odisea de poder plasmarla físicamente en el papel o en la compu.  Mis materiales predilectos para trabajar son los acrílicos, los lápices, las tintas (con estilógrafos o plumines) y las acuarelas.  Como las ilustraciones editoriales a veces demandan gran cantidad de ilustras en tiempos muy breves,  hace algunos años (y a pesar de mi resistencia inicial) incursioné en el trabajo digital: hoy realizo casi todas las ilustraciones de libros de manera enteramente digital, pero siempre procurando que en la impronta de sus texturas y trazos se sienta el trabajo hecho a mano. El proceso de trabajo, ya sea sobre el papel o en la tablet/compu, suele ser similar y depende más del tiempo de con el que cuento para terminar un proyecto,  que del soporte con en el que vaya a realizar las ilustras: cuando estoy más holgada con el tiempo siempre hago bocetos en línea con lápiz o estilógrafo,  primero muy suelto y, si creo necesario o me entusiasmé con una ilustración en particular, lo hago más detallado (con tramas, por ejemplo). Luego armo una paleta de color que suele servirme de patrón y comienzo a pintar en capas.  Cuando estoy más ajustada con el tiempo también puedo, en lugar de bocetar en lápiz, armar primero las composiciones con pedazos de fotos, recortes de imágenes que me permiten configurar el espacio y ver si lo que estoy pensando funciona. Esos collage quedan a veces como fondo de la ilustración, aunque casi siempre terminan siendo cubiertos de pintura. Otras veces, si el trabajo es digital, puedo empezar a pintar directamente: a mí me pasa muchas veces que el color me tiende una mano cuando me encuentro bloqueada con el dibujo. Pinto algunos bloques de color como fondo, y en otras capas comienzo a pintar los elementos que tenía pensados para la ilustra, y los voy moviendo como si fueran piezas de un rompecabezas hasta que encuentran su lugar o desaparecen. Cuando termino de pintar, y de sombrear, me dedico a los detalles: tengo que reconocer a veces soy un poco obse en esta parte del proceso (y tal vez por eso admiro tanto a otros artistas cuyo trazo es súper suelto y  espontáneo). 

Cuando me preguntan acerca de algunos detallitos, a veces ínfimos, que aparecen en mis ilustraciones, siempre cuento la historia de mi miopía, porque estoy segura que haber sido muy  miope de nacimiento determinó una forma de observar el mundo que me rodeaba, y por ende, una forma de dibujar. Para ver las cosas las tenía que acercar a pocos centímetros de mis ojos, y entonces mi conocimiento del mundo empezaba por los detalles, siempre de la parte al todo. Las cosas me resultaban fascinantes vistas tan de cerca, y sentía que me revelaban secretos que no contaban a simple vista.  Hoy siento, casi con ternura,  que parte de esa mirada miope se encuentra plasmada en mi universo ilustrado.

  • "La poesía es una conjetura acerca de lo inexplicable": IMAGINANDO A BODOC: MUESTRA Y ANUARIO DE ADA 2019-20: 

Compartinos sobre el proceso de trabajo, la elección de la frase, etc. ¿Qué significó para vos trabajar sobre la obra de Liliana Bodoc y la posterior selección de tu ilustración para la tapa del anuario. Realicé esta ilustración especialmente para el homenaje ilustrado a Liliana Bodoc.  En el momento de decidir de qué se iba a tratar, pensé que quería representar una temática  que atravesara de alguna manera toda su obra: fue por eso que elegí a la poética como punto de partida, y me detuve en una de sus reflexiones donde expresa, con una claridad abrumadora,  que "la poesía es una conjetura acerca de lo inexplicable".  Esta frase fue el disparador para imaginar un escenario que da lugar a lo que no puede ser pero es, a través de las palabras, a través de la poesía. Pensé en una situación cotidiana, como el momento de lectura o de escritura, pero atravesada por lo extraño, un momento en el que irrumpe lo inexplicable a través de elementos que identifico como parte de la obra de Liliana.  Saber que mi ilustración fue seleccionada como tapa del anuario fue una emoción enorme y algo totalmente inesperado: ya formar parte del anuario de ilustradores y de este homenaje me parecía increíble, porque es casi imposible no sentir una cercanía inmensa a esta escritora una vez que tomás contacto con su literatura.  

Y para terminar: Nuestro clásico ¡PING –PONG!: UNA PELÍCULA “El eterno resplandor de una mente sin recuerdos”  MÚSICA QUÉ TE INSPIRA Los Beatles, siempre.  UN PERSONAJE DE LA LITERATURA La Maga, en Rayuela. Para mí, fue un antes y un después de este libro de Cortázar.  PROYECTOS/DESEOS/SUEÑOS:  Estoy muy agradecida porque se vienen meses poblados de proyectos editoriales: voy a ilustrar nuevos libros, que son preciosos y al mismo tiempo muy diferentes entre sí.  Y aprovechando el impulso literario, espero poder concretar el sueño de realizar un libro como autora integral: disfruto mucho de escribir además de dibujar, y sería un sueño hecho realidad poder ilustrar una historia propia y transformarla en un libro. Y si todo anda bien, ¿por qué no animarla también? 

Para cerrar les contamos que Pilar estará dictando varios workshops en enero de 2020 en Escuela de Ilustración José Sanabria. Ideales para comenzar con todo el próximo año! Los cupos son limitados. ¡A no dormirse!

¡GRACIAS PILAR! ¡Y QUÉ SIGAN LOS ÉXITOS!

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